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Me gusta el fútbol


Le agradezco en su totalidad la inspiración y la entrada en sí misma a mi querido Mike. Porque ahora a los futboleros nos viene una estapa maravillosa: el Mundial. ¡Partidos tooooooooodos los días! Por favor, qué delicia...

Pidos disculpas de antemano por el tonito un tanto discriminatorio que a mujeres destila, pero señoras mías, es en plan divertido, nada ofensivo, porque por lo menos, yo soy mujer (y orgullosísima de ello, Dios me libre) y no me sentí para nada agraviada, me reí mucho, de hecho. Yo creo que le dedicaré la entrada a mi madre; la pobre está en franca minoría: mamáCatherine versus papáCatherine y Catherine Heathcliff, o lo viene siendo odio el fútbol versus lo idolatramos.

Ánimo, mamá, si sólo será durante un mes y ya. Ah, no, que empezaría la pretemporada de los equipos, los amistosos, los torneos de verano, calentando motores para la liga 2010-2011... ¡Ñam, ñam!

EDICTO PARA LA ESPOSAS, MADRES, HERMANAS, PRIMAS, AMIGAS, NOVIAS, MOZAS Y MUJERES EN GENERAL:

1. Les informamos que del 11 de Junio al 11 de Julio , se celebrará el Mundial de Fútbol , así que lean las secciones deportivas y todo lo referente al evento para que tengan tema de conversación; si no lo hacen, no se extrañen de que no les hablemos, no tendrá sentido.

2. Durante el Mundial la televisión es nuestra, a todas hora, sin excepción. El mando no se mira, y mucho menos se toca.

3. Si tienen que pasar frente a la tele durante un partido no nos importa, siempre y cuando pasen gateando y sin distraernos, o esperando prudentemente alguna pausa (fuera de banda, de puerta, etc.).

4. Durante los partidos estamos sordos y ciegos. No esperen que les oigamos, que abramos la puerta, contestemos el teléfono, llevemos los hijos al colegio, acompañarlas a ningun lado o ayudar en algún trabajo. Para eso los hombres no somos capaces de hacer más de una tarea a la vez, ¿no?

5. Será bueno que siempre tengan cervezas en la nevera, whisky a mano en abundancia y sonrían y atiendan bien a los amigos que llegan a ver el mundial. Tendréis que encargaros de revisar que las bebidas y comidas estén listas y que no falten nunca. Si no es así, nos iremos al bar, allí siempre están listas, con la posibilidad casi matemática de llegar a cualquier hora intempestiva y en estado francamente lamentable, en cuyo caso no cabe tomar ningún tipo de represalia, ya que si nos hemos ido ha sido por la incomodidad a la que nos vemos sometidos en nuestra propia casa. En agradecimiento, les dejaremos ver la televisión desde la media noche hasta las 6 de la mañana.

6. - Por favor, si nos ven molestos porque nuestro equipo favorito va perdiendo, no nos digan "no es para tanto", o "en el siguiente seguro ganan", eso nos hace cabrear incluso más. Todo español futbolero lleva un seleccionador dentro, ¡respétenlo!

7. Pueden sentarse a ver UN partido con nosotros y pueden hablar (poco) en el descanso y sólo si hay anuncios. Y no abusen, UN partido.

8. Las repeticiones de los goles son muy importantes. No importa si ya las vimos o no las hemos visto, las queremos ver de nuevo. Muchas veces. (¡Este punto me encanta!)

9. Que no se le ocurra a ninguna de sus amistades bautizar al niño o hacer una Primera Comunión un sábado o domingo de partido del Mundial porque: a) No iremos b) No iremos y c) No iremos.

10. Ni se les ocurra decirnos "hace mucho que no vamos a casa de mi madre", porque no iremos bajo ningún concepto. Ya es un inconveniente en cualquier otra ocasión, muchísimo más durante el Mundial. Si un amigo nos invita un domingo a ver fútbol iremos sin más trámite. Es más, iremos cualquier día y a cualquier hora, sin pensarlo.

11. Los resúmenes de la jornada Mundialista durante la noche son tan importantes como los propios partidos; no se les ocurra decir "pero si eso ya lo viste. ¿Por qué no cambias?".

12. Los jugadores son buenos o malos, pero NUNCA son ni guapos ni feos (en este punto discrepo, sólo basta con mirar a Xabi Alonso, ¡por favor, qué hombre!).

13. Finalmente, ahórrense expresiones como "¡Qué bien que el Mundial es cada 4 años!" Estamos inmunizados contra esas palabras. Entre Mundial y Mundial hay Eurocopa, y cada año hay Liga, Copa del Rey, Liga de Campeones, Copa de la UEFA... Nuestra benevolencia al no abusar de ello roza el altruísmo, no se pasen de listas... (Este me encanta también, pero está
old-fashioned, que la Liga de Campeones es ahora la UEFA Champions League y la Copa de la UEFA se llama ahora Europa League. Ahí, que se note que, a pesar de ser mujer, estoy puesta y más que puesta).

¡LÉASE Y CÚMPLASE!

Nota: Les recomendamos fijar este aviso (edicto) en los lugares más visibles de la casa (sala principal, comedor, nevera), con el fin de que no digan después que no se les avisó con tiempo. El incumplimiento de estas normas acarreará inmediatamente la suspensión por un año de Salsa Rosa y Dónde Estás Corazón, así como del programa de Ana Rosa Quintana, con la sustitución de los mismos por la colección en DVD de Duelos Históricos del Marca o similares. (¡Qué bueno!)

Ale, futboleros míos, ¡a disfrutar!

Catherine Heathcliff.

Lo que estoy escuchando: Wavin' Flag, de David Bisbal & K'naan.

Ratones alternativos


Sábado, 15 de mayo de 2010, FNAC de Sevilla, alrededor de las siete de la tarde.

Catherine Heathcliff encontró el cd titulado Black Holes & Revelations, de sus adorados Muse, su segundo grupo favorito (todo el que la conoce sabe que el primero es Coldplay), al maravilloso precio de 7.95 euros. Catherine tiene toda la discografía de Muse en su poder, pero ninguno es original; casi todos son grabados por displicentes y generosos amigos. Ello se debe a que a Catherine antes Muse sólo le gustaba, pero ahora y desde que está en Sevilla los adora, y decidió hace poco comprarse uno a uno y a su debido tiempo todos sus cds originales.

Catherine estaba con su padre. En realidad, Catherine pasa ahora muchísimo tiempo con su padre, por razones obvias y que no vienen al caso. PapáCatherine decidió regalarle él mismo el cd, ante las protestas de Catherine, que desde que tiene un sueldo fijo odia que sus padres le compren nada:

CatherineHeathcliff: Papá, que no, que me lo pago yo, que para eso gano yo mi dinero. ¡Si además, son ocho euros, jolín!
PapáCatherine: ¡Que te calles, que te lo pago yo! A ver, ¿no dices que es tu cd favorito de esta gente?
CatherineHeathcliff: Sí, sí... jolín... bueno, es que me encantan, papá, este cd es una joya.
PapáCatherine: Ea, pues ya está, adjudicado.
CatherineHeathcliff: Muchas gracias, es mi disco favorito de Muse.
PapáCatherine: De nada, de nada, pero... ¡hija, qué cosas te gustan! Muse... ¿un grupo que se llama "ratón"? ¡Qué cosa más rara!
CatherineHeathcliff: ... esto... papá, ehm... eso es MOUSE...

Catherine Heathcliff.

Lo que estoy escuchando: cualquiera de Muse; dejo a mis lectores que le pongan banda sonora a esta entrada, pero con una condición: que sea cualquier composición de mis ratones alternativos.

Querido papá

Querido papá:


Dicen que los 25 años son cruciales en la vida de todo ser humano. Me dijeron en noviembre de 2009 que acababa de cumplir una edad preciosa, y que a partir de ese momento la vida corría mucho más rápido y sin darte cuenta. Yo no sé si es verdad o mentira, pero sí que es cierto que desde ese momento hasta ahora me sentía como si estuviera viviendo la mejor etapa de mi vida. Dicen también que a los 25 años empiezas a ser -y a sentirte- un poco más adulto. En eso no sé yo, porque yo seguía con mis locuras -sanas, eso sí- como siempre.

Pero ahora sí que entiendo esa afirmación.
Los hijos somos de naturaleza egoísta para con nuestros padres. Supongo que eso es inherente al tema de ser hijo. Queremos crecer muy deprisa, siempre ha sido así. Y creemos que nuestros padres son eternos, porque siempre lo han sido para nosotros, desde niños; los miramos con una suerte de admiración reverencial, como si fuésemos siempre muy pequeñitos y estuviésemos constantemente mirando hacia arriba, hacia un ser superior, lleno de autoridad. Para los hijos que queremos a nuestros padres, ellos son invencibles, de hierro macizo, y ni siquiera pensamos el hecho de que algún día puedan dejar de estar ahí. ¡Por Dios, eso es casi pensamiento herético! Nuestros padres, repito, son eternos. Y como tal, jamás dejarán de estar protegiendo nuestras espaldas.

El problema es que la vida es la mejor maestra que tenemos, y nadie mejor que una docente sabe que esa es una gran verdad. Como buena maestra, es capaz de enseñarnos valiosas lecciones en ocasiones, pero en otras es dolorosamente estricta con sus discípulos. Y papá, con nosotros, conmigo, lo está siendo. Y mucho.


Sin embargo, yo siempre he sido una alumna de sobresalientes y matrículas. Ni un sólo suspenso jalona mi expediente académico. He pasado exámenes muy difíciles y ha habido asignaturas que se me han atragantado, como buen ser humano que soy. Así que yo me senté el miércoles día 12 de mayo de 2010 delante de mi vida, miré directamente a su faz y le dije que estudiaría muchísimo hasta dejarme la piel, como he hecho siempre, porque esta nueva prueba la pasaría, y con nota. Haré así que tú, papá, te sientas orgulloso de mí una vez más, como ha ocurrido siempre. Te doy mi palabra de que así será.


Pero...

Papá, no puedo pasar esta prueba sin ti. Y aunque mi escrito destile egoísmo porque la mayor prueba de todas recae ahora mismo en tus manos, no puedo dejar de pensar que mamá y yo también hemos de pasar este severo examen donde nos entra toda la materia explicada en la asignatura de la vida.


Así que, papá, ayúdame, ayúdanos: estudia mucho, mucho, mucho, mucho, mucho, la vida nos va en ello. Eso sí, la vida nos va a permitir que nos mofemos un poquito, una chispa nada más, de ella; cuando te estés sometiendo a la mayor prueba de todas, mira de reojo a derecha y a izquierda, y cópiate de quien siempre tienes y tendrás a cada lado: de tu mujer, mi madre, y de tu hija, la que escribe.
¿Me lo prometes?
Tu hija, que te quiere más que a nada,

Catherine Heathcliff.

Lo que estoy escuchando: Invincible, de Muse (Black Holes & Revelations).

Dejadme que os presente


Este año he ido a mi primera feria de Sevilla. La primera en toda mi vida. Ha sido una experiencia única en todos los sentidos, porque si bien la que escribe no es que sea muy adepta a celebraciones de ese tipo, sí que es cierto que, a varios niveles, la experiencia vivida en abril fue bastante intensa y jamás dejó de sorprenderme durante los tres días en los que estuve pisando albero en el recinto ferial. Es hermoso de veras conocer nuevas cosas y saber extraer tanto lo positivo como lo que no lo es tanto de todo lo que se vive.

Y una de las cosas positivas que la feria de abril de Sevilla me reportó fue conocer a Alfredo Moreno.

El mundo es muy pequeño, bastante diminuto, en realidad, y los caminos por los que nos guía hace que la vida sea una aventura muy interesante. Alfredo es vecino mío; bueno, vecino... más o menos. Digamos que vivimos en el mismo barrio, a más o menos unos diez minutos a pie de distancia (o quince, si llevas tacones). Alfredo es mi tocayo de primer apellido (evidentemente, de mi nombre real, no del pseudónimo bajo el que escribo en este blog), y ese es un dato importante, porque por esa coincidencia hace que me despierte hasta más simpatía aún si cabe. Alfredo es antiguo alumno del colegio en el que ahora trabajo, así que en fin, hasta por unos cuantos años de diferencia, estábamos casi, casi, casi destinados a encontrarnos dentro de cuatro paredes docentes. Y, lo más importante, Alfredo es un encanto de persona; en realidad, nos conocemos muy poquito, pero lo suficiente como para ser capaz de decir que es francamente agradable, simpático, divertido... y etcétera, etcétera, etcétera, porque todo lo que voy a decir deducido de lo poquito que nos conocemos, hasta ahora, va a ser bueno, excelente.

Y, en fin, Alfredo es también una caja de sorpresas, porque es un gran artista.

Cantautor, de los que ya no quedan, de esa raza de artistas que pareció declinar tiempos atrás, pero que de vez en cuando, muy de vez en cuando, nos sorprende con gratas sorpresas, valga la redundancia. Como a mí, amante de la música intimista y sin grandes estridencias. Como la de Alfredo. Le di mi palabra de que haría todo lo posible por que su música se oyera, y desde mi humilde blog procuro contagiar a mis fieles lectores de ese gusanillo en el estómago que provoca escuchar No cambies de luz. Las personas que amamos la música por encima de todas, que la vivimos y que hemos participado de ella (como es mi caso, que siempre he dado pequeños conciertos y recitales), nos resulta muy difícil a veces expresar con palabras lo que una pieza nos inspira, y tan sólo podemos compartirla con los demás.

Así que, dejadme que os presente a Alfredo Moreno. Un consejo, dadle al play y relajaos... tan sólo escuchad.


Catherine Heathcliff.

Lo que estoy escuchando: ¿Necesitas más pistas?

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