Creo que debería estar preocupada. Un suceso extraño me ha acontecido esta semana. He dejado de ser Catherine; he perdido toda identidad y contribución en este mundo.
Lo cierto es que no estoy en absoluto sumida en una profunda cuita; más bien, todo lo contrario.
Llevo tan sólo dos días dándoles clase a los que serán, si todo va bien, mis alumnos durante todo el curso académico 2009-2010. Es normal que yo aún no conozca del todo a mis pupilos, y es también bastante usual el hecho de que ellos no estén tampoco familiarizados conmigo. Los nombres, la actitud, la metodología en clase... todo eso se tambalea un poco al principio.
Mis alumnas aún no me conocían el primer día, pero sí sabían que yo les iba a dar clase. No recordaban tampoco mi nombre, pero sí que hicieron ver que estaban familiarizadas conmigo al destacar un rasgo de mi fisonomía. Bien es cierto que no es una traza intrínseca en mí, sino que más bien se trata de algo transitorio y que obedece a una preferencia determinada en mi persona.
Durante un día escaso dejé de ser la seño Catherine (o la profe o la maestra Catherine) para pasar a ser conocida como "la seño que se pinta los ojos de azul".
Me encanta.
Catherine Heathcliff.
Lo que estoy escuchando: Sad Eyes, de Bruce Springsteen.
Etiquetas: Ego laboro, Íntimo y personal
10 Comments:
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¿Entonces te gusta o no?
Yo creo que está bastante bien porque siendo como yo soy alumna a veces le ponen motes a algunos profesores que no son nada "agradables".
Aunque me imagino que ya debías de tener en mente que este tipo de cosas te iban a pasar siendo profesora =)
Tenía un par de cosillas que contarte y pensaba mandarte un mail pero ya que estoy.
He empezado las clases y la verdad estoy bastante decepcionada con la clase y los profesores pero sólo me queda afrontar el año con todas mis fuerzas. Además andan diciendo que si suspendes una que puede que te hagan repetir el año, vale, yo nunca he suspendido ninguna asignatura en mi vida pero este 4º curso puede ser muy difícil y es como que ya me han metido miedo...
Bueno, espero que todo te vaya bien y las clases también ^^
Besotes!
Me alegra que lo más destacado de tí que haya notado el alumnado sea el color del que te pintas los ojos. A buen seguro, se habrán fijado en otras cosas que la adolescencia les impide pronunciar.
Espero que este curso lo encauces bajo el sol del amor a tu profesión y a tu centro; y sepas rodearte bajo unas lunas que te aporten claridad, optimismo, bondad, sinceridad, transparencia, alegría y aquellos valores que los docentes hemos de creer que existen porque si no, es imposible transmitirlos.
Blackwood
Pues... no sé si me gusta o no, sencillamente, me hace gracia porque los alumnos os fijáis en cosas que ni nosotros mismos somos conscientes. Supongo que es porque vemos nuestra etapa anterior como alumnos bastante lejanas y ahora contemplamos las cosas bajo el prisma de la edad adulta y a veces obviamos que no hace mucho tiempo estuvimos en su lugar.
Te escribiré un email a lo largo de la semana y ya te contaré más cositas, guapa.
No te preocupes por 4º. Tómatelo en serio desde el principio, procura estudiar a diario y no tendrás problema. Eso sí, mentalízate que es un curso muy importante y luego le dirás adiós a la secundaria para comenzar el bachillerato. Verás como bachiller es otra historia... más bonita.
Un beso, mi niña, cuídate.
Catherine Heathcliff.
Lo de "la seño que se pinta las ojos de azul" me hizo muchísima gracia porque venía de alumnas a las que yo todavía no había dado clase, pero que sí sabían que yo iba a ser su profesora durante este curso.
Es curioso recordar cómo los alumnos tienden a fijarse en las cosas más inverosímiles en sus profesores. Recuerdo con nostalgia esa época en la que yo misma, junto con mis compañeros de clase, teníamos esa curiosa tendencia. Esa costumbre yace sumida en un profundo sueño entre mis recuerdos, y me hace sonreír cuando rememoro épocas pasadas.
Ahora soy yo la que está delante de mis alumnos, los papeles de han invertido. En cualquier caso, casi que prefiero que me identifiquen con ese comentario que no con otro un poco menos agradable de oir.
Haciendo caso a mi naturaleza intrínsecamente idealista, me encantaría que me recordaran por mi labor como docente. Ojalá sea así, pasado el tiempo y llegado el caso.
Estoy tremendamente satisfecha de mi profesión y muy agradecida de la inmensa suerte que he tenido al poder trabajar en el centro en el que trabajo. Ten por seguro que tendré muy en cuenta tus consejos, no sólo los de ahora, sino también los pasados y los venideros. Infinitas gracias por ellos. Espero poder ver esas lunas que me ayuden a allanar la senda de este curso académico.
Yo, como docente, creo firmemente en esos valores de los que hablas. No son nada fáciles de transmitir, pero creyendo en ellos, es posible. Esa ha sido siempre mi vocación.
Un afectuoso abrazo y mil gracias por tus visitas y tus comentarios.
Catherine Heathcliff.
¡Qué piquito tiene la niña!
Gracias por tu tiempo, ojos azules.
Una vez, en Berkeley, CA vi un cartel en la puerta de una casa, con una cañón de pistola apuntándome. Decía: Don´t beware of the dog, beware of the owner.
Blackwood.
Saludos desde Utopía
Hola de nuevo. Eso que me cuentas del cartel da que pensar, y evidentemente, me hace sonreir. La conclusión más inmediata a la que podemos llegar es que hay carteles que dicen verdades como templo. Y, además, con arte.
Gracias a ti, Blackwood, por tu fidelidad. Con sinceridad, me hace muy feliz.
Catherine Heathcliff.
Un afectuoso abrazo desde Sevilla,
Catherine Heathcliff.
P.D. Muchísimas gracias por tu visita y tu comentario.
Lo que te quería decir es que cuando llegas a trabajar a un sitio, te preocupas más de hacerlo bien delante del dueño que de tus compañeros, que son los que realmente te van a meter la puñalada.
Blackwood.
Te prometo que te entendí desde el principio, sólo que no quise expresarlo abiertamente, por temor a equivocarme en mis impresiones.
He intentado siempre ser fiel a mis propios principios e intentar hacer las cosas como mejor sé.
Gracias por tus palabras, Blackwood, las tengo siempre muy en cuenta, puedes estar seguro.
Catherine Heathcliff.