Ayer trabajando viví uno de los momentos más hilarantes de mi vida. Durante mis dos horas de guardia de ayer martes en mi cole, tuve que acudir a sustituir a la misma clase de segundo curso de secundaria; en la primera hora en la que estuve, que fue la segunda del horario escolar, les prometí que les llevaría en la hora siguiente conmigo, es decir, a quinta, a la sala de informática para unos minutos de asueto. ¿Condición? Que se portaran bien y bajaran como personas civilizadas organizados en una fila correcta.
Bueno, lo conseguí.
No me gusta dejarles a los niños mucho momento de relax delante del ordenador porque lo primero que visitan durante largos minutos es el dichoso subproducto humano llamado Tuenti, que está atrofiando los sentidos de nuestra juventud, ay, Dios. La verdad es que era matemático: primero, Tuenti; después, YouTube. Pero les falló un error de cálculo: los ordenadores de mi colegio tienen filtros para evitar el acceso a YouTube por posibilidad de contenido inapropiado. Y a mí me parece estupendamente, así que voy a proponer también que prohíban el Tuenti, que es un rollo.
Bueno, a lo que iba, que me voy por las ramas... o por los cerros de Úbeda, ejem, ejem.
Como el acceso a YouTube no era posible, los más avispados recurrieron a TuTV. Cuando el YouTube me falla, yo también acudo ahí, o en su defecto, a Vimeo. Me llamó la atención un alumno que se retorcía de la risa viendo un video, así que me acerqué a su mesa. Bueno, pues lo que vi fueron los cinco segundos más divertidos que he visto jamás en mi vida.
Sé que es una estupidez enorme, gigantesca, descomunal, pero yo no sé explicar por qué yo no puedo parar de reirme ante semejante idiotez. No sé si es el título de Dramatic Chipmunk, que no sé si considerarlo una joya o lo más absurdo del mundo; o quizá sea la mirada de la ardilla, que me recuerda un montón a la de mi perrita Lupy cuando juega conmigo (y yo con ella) y ya comienza a enfadarse cuando le quito de manera reiterada la pelota de la boca. ¡No lo sé! El caso es que a mí me encanta, pero de verdad de la buena, y como yo también tengo un puntillo freakie, que a veces es más un puntazo, navegando por internet me he enterado de que es el vídeo de cinco segundos más visto ¡de la historia! Y hay múltiples versiones, lo prometo, pero montones, aunque mi favorita es esta (por la parte de 007):
Lo que hay que ver, señores, ¿a dónde vamos a parar? Y yo, por lo que se ve, hoy tenía demasiado tiempo libre...
Bueno, lo conseguí.
No me gusta dejarles a los niños mucho momento de relax delante del ordenador porque lo primero que visitan durante largos minutos es el dichoso subproducto humano llamado Tuenti, que está atrofiando los sentidos de nuestra juventud, ay, Dios. La verdad es que era matemático: primero, Tuenti; después, YouTube. Pero les falló un error de cálculo: los ordenadores de mi colegio tienen filtros para evitar el acceso a YouTube por posibilidad de contenido inapropiado. Y a mí me parece estupendamente, así que voy a proponer también que prohíban el Tuenti, que es un rollo.
Bueno, a lo que iba, que me voy por las ramas... o por los cerros de Úbeda, ejem, ejem.
Como el acceso a YouTube no era posible, los más avispados recurrieron a TuTV. Cuando el YouTube me falla, yo también acudo ahí, o en su defecto, a Vimeo. Me llamó la atención un alumno que se retorcía de la risa viendo un video, así que me acerqué a su mesa. Bueno, pues lo que vi fueron los cinco segundos más divertidos que he visto jamás en mi vida.
Sé que es una estupidez enorme, gigantesca, descomunal, pero yo no sé explicar por qué yo no puedo parar de reirme ante semejante idiotez. No sé si es el título de Dramatic Chipmunk, que no sé si considerarlo una joya o lo más absurdo del mundo; o quizá sea la mirada de la ardilla, que me recuerda un montón a la de mi perrita Lupy cuando juega conmigo (y yo con ella) y ya comienza a enfadarse cuando le quito de manera reiterada la pelota de la boca. ¡No lo sé! El caso es que a mí me encanta, pero de verdad de la buena, y como yo también tengo un puntillo freakie, que a veces es más un puntazo, navegando por internet me he enterado de que es el vídeo de cinco segundos más visto ¡de la historia! Y hay múltiples versiones, lo prometo, pero montones, aunque mi favorita es esta (por la parte de 007):
Lo que hay que ver, señores, ¿a dónde vamos a parar? Y yo, por lo que se ve, hoy tenía demasiado tiempo libre...
Catherine Heathcliff.
Lo que estoy escuchando: The Lion Sleeps Tonight, de The Tokens.
Etiquetas: Ego laboro
2 Comments:
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Pues la verdad eske ese vídeo es uno de los más famosos y sí, lo siento, pero en varias parodias de los trailers de crepúsculo, cuando la camioneta va a atropellar a Bella y luego Edward la mira así "raro" ponían a la ardilla haciendo eso y yo me moría de risa XD en fin...
Besotes!
P.D.: Síiii, suelo tener una clase de inglés en los ordenadores por semana y lo primero que hace la gente es meterse en Tuenti (no ni siquiera en youtube). Yo flipo, por lo general suelo ir a ver mis blogs o me entran ganas de entrar en CM pero como estoy de pareja con un chico tampoco quiero asustarlo jeje.
Pues el video este será famoso, pero te prometo que es la primera vez que lo vi. Oye, pásame cuando puedas, por favor, el enlace con el video este de Edward y Bella con la ardilla, tiene que ser la leche.
Muchos besos, linda.
Catherine Heathcliff.