Sinopsis: basada en un personaje nacido del imaginario de Robert E. Howard, creador de Conan, la película se centra en un soldado del siglo XVI atormentado por la crueldad de sus actos y su infinita codicia del pasado, y que busca con ansia la redención combatiendo un siniestro poder, que amenaza su reino. Solomon Kane es un guerrero puritano cuya única meta en la vida es terminar con la maldad en todas sus formas y poder redimir su alma condenada. Aunque juró no volver jamás a matar, a la espera de poder salvar su alma, el triste destino que sufre la bondadosa familia Crowthorn insta al guerrero a volver a la lucha por intentar destruir la cruel maldad que se extiende por doquier.
Yo siempre he dicho de mi misma que soy una persona con bastante mala suerte; lo que a las personas normales y corrientes consiguen con relativa facilidad, a mí me cuesta franquear sendas de tortuoso camino para intentar alcanzar mis metas. Bueno, después de ver ayer en el cine Solomon Kane retiro lo dicho: no he visto persona más desgraciada en mi vida. Pobre hombre... siendo un crío, tiene que huir de su casa porque su padre quiere que se dedique a la vida espiritual y él dice que nones; con su padre y con su hermano el mayor se lleva bastante mal, pero el padre prefiere al mayor porque es el primogénito y su heredero; lucha con los acólitos de Satán espada en mano; lo echan del monasterio (por su bien, dicen) en el que se había refugiado en busca de paz espiritual; le llueven los palos como a las esteras; matan a casi toda la familia que lo había acogido como un miembro más ante sus ojos; los malos malísimos raptan a la hija de esta familia y él tiene que buscarla, removiendo Roma con Santiago, porque le hizo la promesa de encontrarla a su moribundo padre (al de ella, vamos); una panda de zombis (o qué sé yo lo que eran) casi se lo zampan; lo crucifican (literalmente, de verdad); se enfrenta a uno de los malos malísimos, que resulta ser su hermano, pero vamos, que es más malo que un garbanzo rancio; encuentra a su padre después de nosécuantísimos años, pero el padre está más muerto que vivo ya, el pobre; y tiene que luchar con el súper malo malísimo, que es más de cerebro que de fuerza bruta, y tiene bastante mala idea y saña. A todo esto y para colmo de males, al pobre Solomon Kane no para de lloverle en toda la película, así que yo me imagino lo que tiene que ser llevar ese sombrero de ala ancha y esa capa enorme empapada y cubierta de fango todo el rato, que tiene que pesar como mil demonios y él arrastrándola por toda Inglaterra, buscando a la chica en cuestión porque le hizo una promesa a su moribundo padre. Claro, que también si la encontraba redimía su alma, o eso le dijeron. Hubo un punto en el que yo misma, como espectadora, me pregunté si al final en esto lo habían timado, porque visto lo visto, el pobre señor Kane era tela de desgraciado.
Esta es la sinopsis de la película. Punto. De verdad de la buena. Y que conste que yo no me esperaba ver un metraje que pasara a los anales de la historia cinematográfica, sino que buscaba sólo y esclusivamente entretenimiento puro y duro. Que yo también tengo un lado frívolo. A mí el género épico/fantástico/de aventuras me encanta; es posiblemente, uno de mis géneros cinematográficos por excelencia, y cuando un nuevo producto aparece, ahí que voy yo al cine. Claro, están los grandes del género, y luego está el subgénero. Solomon Kane es de este último tipo. Pero oye, que cumple su propósito muy bien, que yo estuve durante la más de hora y media de metraje en continua tensión por el pobre hombre. Ahora, eso sí y lo advierto: la película es "violentilla", con cabezas y demás miembros cercenados por aquí y por allá, además de crucifixión explícita.
He leído en varias críticas de internet que esta película se acercaba pelibrosamente a la serie B. Pues sí, no lo discuto, pero para ser una producción íntegramente europea, yo creo que puede circular por las salas de medio mundo con la cabeza alta y con dignidad.
Pero yo me pregunto, ¿dónde ha quedado ese James Purefoy de la película de Mira Nair Vanity Fair (2004)? Porque mira que salía requeteguapo y relamido ahí, como todo un machote con clase. Aquí en Solomon Kane sale el pobre fatal, que te entran ganas de darle un mendrugo de pan todo el rato. Que sí, que el pobre es un héroe atormentado, pero oye, Hugh Jackman en Australia (2008, de Baz Luhrmann) o en Van Helsing (Stephen Sommers, 2004) también lo es y no pierde ni un ápice de su charm. Será que eso sólo ocurre con Hugh Jackman...
Por cierto, y hablando de Jackman: he leído una crítica en internet en el que aseguran que James Purefoy parece haber aceptado su estatus de Hugh Jackman de serie B. ¡Qué duchos somos en poner etiquetas! Con el coraje que me dan...
Yo siempre he dicho de mi misma que soy una persona con bastante mala suerte; lo que a las personas normales y corrientes consiguen con relativa facilidad, a mí me cuesta franquear sendas de tortuoso camino para intentar alcanzar mis metas. Bueno, después de ver ayer en el cine Solomon Kane retiro lo dicho: no he visto persona más desgraciada en mi vida. Pobre hombre... siendo un crío, tiene que huir de su casa porque su padre quiere que se dedique a la vida espiritual y él dice que nones; con su padre y con su hermano el mayor se lleva bastante mal, pero el padre prefiere al mayor porque es el primogénito y su heredero; lucha con los acólitos de Satán espada en mano; lo echan del monasterio (por su bien, dicen) en el que se había refugiado en busca de paz espiritual; le llueven los palos como a las esteras; matan a casi toda la familia que lo había acogido como un miembro más ante sus ojos; los malos malísimos raptan a la hija de esta familia y él tiene que buscarla, removiendo Roma con Santiago, porque le hizo la promesa de encontrarla a su moribundo padre (al de ella, vamos); una panda de zombis (o qué sé yo lo que eran) casi se lo zampan; lo crucifican (literalmente, de verdad); se enfrenta a uno de los malos malísimos, que resulta ser su hermano, pero vamos, que es más malo que un garbanzo rancio; encuentra a su padre después de nosécuantísimos años, pero el padre está más muerto que vivo ya, el pobre; y tiene que luchar con el súper malo malísimo, que es más de cerebro que de fuerza bruta, y tiene bastante mala idea y saña. A todo esto y para colmo de males, al pobre Solomon Kane no para de lloverle en toda la película, así que yo me imagino lo que tiene que ser llevar ese sombrero de ala ancha y esa capa enorme empapada y cubierta de fango todo el rato, que tiene que pesar como mil demonios y él arrastrándola por toda Inglaterra, buscando a la chica en cuestión porque le hizo una promesa a su moribundo padre. Claro, que también si la encontraba redimía su alma, o eso le dijeron. Hubo un punto en el que yo misma, como espectadora, me pregunté si al final en esto lo habían timado, porque visto lo visto, el pobre señor Kane era tela de desgraciado.
Esta es la sinopsis de la película. Punto. De verdad de la buena. Y que conste que yo no me esperaba ver un metraje que pasara a los anales de la historia cinematográfica, sino que buscaba sólo y esclusivamente entretenimiento puro y duro. Que yo también tengo un lado frívolo. A mí el género épico/fantástico/de aventuras me encanta; es posiblemente, uno de mis géneros cinematográficos por excelencia, y cuando un nuevo producto aparece, ahí que voy yo al cine. Claro, están los grandes del género, y luego está el subgénero. Solomon Kane es de este último tipo. Pero oye, que cumple su propósito muy bien, que yo estuve durante la más de hora y media de metraje en continua tensión por el pobre hombre. Ahora, eso sí y lo advierto: la película es "violentilla", con cabezas y demás miembros cercenados por aquí y por allá, además de crucifixión explícita.
He leído en varias críticas de internet que esta película se acercaba pelibrosamente a la serie B. Pues sí, no lo discuto, pero para ser una producción íntegramente europea, yo creo que puede circular por las salas de medio mundo con la cabeza alta y con dignidad.
Pero yo me pregunto, ¿dónde ha quedado ese James Purefoy de la película de Mira Nair Vanity Fair (2004)? Porque mira que salía requeteguapo y relamido ahí, como todo un machote con clase. Aquí en Solomon Kane sale el pobre fatal, que te entran ganas de darle un mendrugo de pan todo el rato. Que sí, que el pobre es un héroe atormentado, pero oye, Hugh Jackman en Australia (2008, de Baz Luhrmann) o en Van Helsing (Stephen Sommers, 2004) también lo es y no pierde ni un ápice de su charm. Será que eso sólo ocurre con Hugh Jackman...
Por cierto, y hablando de Jackman: he leído una crítica en internet en el que aseguran que James Purefoy parece haber aceptado su estatus de Hugh Jackman de serie B. ¡Qué duchos somos en poner etiquetas! Con el coraje que me dan...
Catherine Heathcliff.
Lo que estoy escuchando: Done All Wrong, de Black Rebel Motorcycle Club (New Moon Soundtrack)
Etiquetas: ¿Qué vemos hoy?, Actores, Actrices
2 Comments:
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Pero visto lo visto te ha encantado la peli y no debe de ser mala, entonces la tendré que ver aunque haya mucha sangre jaja
Besotes!!
P.D.: Con que seguimos escuchando la BSO ¿eh? jeje
No es que me haya encantado la peli, que no es eso; es que creo que es bastante digna. Y sangre hay bastante, y violencia también, así que cuidadín con eso ;)
Un besazo, guapa.
Catherine Heathcliff.
P.D. Pues sí, yo sigo erre que erre con la banda sonora ;) ¡Me encanta!