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Hoy




- Hoy tu mirada me resulta lánguida y triste.


- Son las lágrimas que derramo por ti.


- Hoy hueles distinta.


- Porque tú me ves distinta.


- Hoy no me siento bien a tu lado.


- Pregúntate a ti mismo si es sólo hoy, o lo ha sido siempre.


- Hoy ya no deseo que me protejas, ni tampoco que te preocupes por mí.


- Desde hoy mismo te prometo que jamás volveré a hacerlo, aunque arda en deseos de verte feliz, aunque mi felicidad dependa de verte sonreír, aunque mi paz sea escuchar el sonido de tu risa.


- Hoy quiero decirte que soy perfectamente capaz de cuidarme a mí mismo.


- Jamás lo he puesto en duda, y esa certeza me hace tremendamente feliz.


- Hoy me siento lejos de ti.


- Eso es algo de lo que siempre he sido consciente. Mi sincera devoción hacia ti me hacía ignorarlo por completo, aunque sabía que desde el principio hemos caminado por sendas distintas.


- Hoy no sé qué es lo que va pasar.


- Y, sin embargo, yo sí que lo sé. La certeza del dolor, del corazón roto.


- Hoy me planteo decir un hasta luego.


- …O quizás será mejor un adiós.



Lo que estoy escuchando: Cuando los sapos bailen flamenco, de Ella Baila Sola.

6 Comments:

  1. GrettV said...
    ¡¡ Wow !!

    Ayyy senti que describias parte de lo que ultimamente me ha estado sucediendo ... :S

    Saludos !!!!!!!!!!!!!
    Catherine Heathcliff said...
    Me alegro de que te sientas identificada con lo que escribo, es todo un honor para una escritora aficionada como yo. Ojalá te vuelva a suceder no una, sino mil veces más, pero ante un sentimiento alegre y embriagador, y no tan triste como éste.

    Ánimo y mucha suerte. Gracias por tu visita.

    Catherine Heathcliff.
    Ayrim said...
    Hoy es un dia nuevo, la incertidumbre huele a sorpresa y novedad...y todo deparara un futuro incierto con puntos algidos de felicidad. Lo se.

    Un beso Catherine.
    Catherine Heathcliff said...
    Muchísimas gracias, Ayrim. Te creo.

    Un beso enorme,

    Catherine Heathcliff.
    Anónimo said...
    No deja de ser bonito por triste que sea el relato.Del desengaño y la tristeza tamabién se aprende. Besos
    Catherine Heathcliff said...
    Gracias.

    Tiempo, tiempo, tiempo, tiempo, tiempo, tiempo...

    Esa es la clave.

    Besos,

    Catherine Heathcliff.

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