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Una de series: 'Anatomía de Grey'

¡Advertencia!: puede contener spoilers.



Anatomía de Grey.

Podríamos decir que ésta es una de las series de mayor éxito en la actualidad. Grey's Anatomy cuenta con cuatro temporadas, y también se emite por Cuatro y FOX aquí en España. Como ya he dicho, es una serie que cuenta con un gran éxito de crítica y público, así que gran parte de la audiencia están ya familiarizados con las diversas historias que tejen el hilo argumental de esta gran serie.

Como House, Anatomía de Grey es una serie de médicos, otra serie de médicos. Personalmente, y aún a riesgo de enemistarme con los acérrimos seguidores y defensores de la serie, diré que sí, que Anatomía de Grey es otra serie de médicos más, del montón. En las historias que se nos cuentan hay un ligero matiz de dejá vù, sobre todo si se ha seguido la longeva serie Urgencias (ER en el original), que consta con 14 temporadas, y que aún hoy se sigue emitiendo en la televisión norteamericana. Pero, entonces, ¿qué es lo que hace a Anatomía de Grey especial para que todas las semanas millones de seguidores sigan las andanzas de estos personajes?

Anatomía de Grey comienza con las historias de unos médicos (cinco en concreto) que, recién licenciados, acuden al hospital Seattle Grace para realizar su año de interinidad en el área de cirugía. Estos internos son Meredith Grey (pilar de la serie, a la que debemos el título, y que, además, su voz en off narra la serie capítulo a capítulo), Cristina Yang (la mejor amiga de Meredith, y, sin duda alguna, mi personaje favorito), Isobel "Izzy" Stevens, George O'Malley y el díscolo Alex Karev. A partir de ahí, sus vidas cambian, y se entretejen con la vida de los médicos residentes que trabajan allí, a saber, el neurocirujano Derek Shepherd; el doctor Preston Burke, cirujano cardiotorácico; el doctor Richard Webber, director del hospital; el doctor Mark Sloan, especialista en cirugía estética; la doctora Miranda Bailey, jefa de cirugía a lo largo de tres temporadas, y la gran profesora y madre de los nuevos internos; la doctora Calíope "Callie" Torres, especialista en traumatología; y, por último, la doctora Addison Montgomery Shepherd, la mejor obstetra del hospital y del país.

A lo largo de tres temporadas asistimos al año de interinidad de estos cinco médicos recién llegado, y sobre todo, a su activa y complicada vida sentimental, tanto entre ellos como con los médicos residentes, que, además, son sus profesores, asesores y consejeros durante su duro año en prácticas. Sin ninguna duda, la más complicada de esas relaciones es la de Meredith con el doctor Sepherd, una relación con altibajos (más bajos que altos), y que aún hoy, con la cuarta temporada ya terminada, y con el año de interinidad aprobado y superado, sigue sin despegar, porque, a pesar del capítulo final de la cuarta temporada, tan esperanzador, ¿quién no se pregunta cuánto durará ese armisticio entre Derek y Meredith? Pero no todo se reduce a Meredith y Derek; también Cristina dio muestras de su interés hacia sus superiores al estar relacionada con el doctor Burke, su maestro, su mentor, su ídolo; Cristina siempre admiró al doctor Burke, y su creciente afán de superación y espíritu competitivo le llevó a acercarse tanto a su idolatrado doctor, que iniciaron una sólida relación, que terminó en boda... frustrada: Preston Burke, roto de dolor, abandonó a Cristina en el altar el día de la boda de ambos, pues según él, ella no estaba preparada. A partir de ahí, su personaje despareció de la serie, y Cristina continuó como siempre, siendo la pizpireta, a veces antipática, inconformista y competitiva doctora Yang, pero todos los seguidores sabíamos que Cristina, en su fuero interno, estaba rota, y luchaba por destruir esa coraza que le impide manifestar con plenitud la tristeza que lleva dentro; era cuestión de tiempo a que explotara. También destaco la historia entre la doctora Callie Torres y George O’Malley, que esta sí que acabó en boda; en Las Vegas, eso sí, pero en boda. Lo suyo era un matrimonio atípico y extraño, pues estaba claro que por alguno de los dos fallaba… y no era por la traumatóloga, sino por George, que, repitiendo la interinidad en la cuarta temporada, ya que no superó los exámenes, inicó una relación extramarital, un completo desastre que no duró mucho, con su compañera y mejor amiga Izzy Stevens; esta doctora vivió sus mejores momentos en la serie durante la segunda temporada, cuando se enamoró perdidamente de un paciente, Denny Duquette, que estaba destinado a morir por un problema cardíaco. Una historia realmente larga y agotadora… pero preciosa. El caso de Alex Karev es extraño… también andaba enamorado perdidamente de una antigua paciente suya, a la que él llamaba Ava (los que sigan la serie entenderán por qué), pero que estaba casada… una historia también destinada a acabar como el rosario de la aurora. Y sin duda mi historia favorita, junto con la de Cristina y Preston, es la de la doctora Addison Montgomery Shepherd, que en esta cuarta temporada ha abandonado la serie para protagonizar el spin-off de Anatomía de Grey, Sin cita previa (Private Practice en el original). Casada con el doctor Derek Shepherd, abandonó su vida en Nueva York para trabajar en el hospital Seattle Grace… e intentar recuperar a su marido, ya en una relación con Meredith. Y es que Addison cometió el error de ser la amante del doctor Mark Sloan, el mejor amigo de Derek, que, por un extraño motivo, también entrará a trabajar en el Seattle Grace, provocando un tenso trío amoroso, del que ninguno sale victorioso, ya que ninguna de las expectativas se llega a cumplir. En medio de toda esta vorágine están el doctor Webber, director del hospital, con una vida sentimental bastante patética (su mujer le pide el divorcio; anteriormente fue amante durante muchos años de la madre de Meredith Grey), y la doctora Bailey, que vió perder su mandato como jefe de residentes al ser elegida la doctora Torres para desempeñar ese papel, para más tarde volver a recuperarlo pagando un alto precio: el divorcio con su marido; no obstante, sigue siendo la gran madre de todos en el hospital. Y, por si esto fuera poco, en la cuarta temporada se incluyó el personaje de Lexie Grey, hermanastra de Meredith y también médico, que ha acudido al hospital a realizar su año de interinidad; obviamente, las chispas saltaban entre ambas, pues son hijas del mismo padre, Thatcher Grey, que abandonó a Meredith y a su madre para casarse con otra mujer y tener otra familia; Meredith no volvió a ver a su padre hasta su año de interinidad, e intentaron, sin mucho éxito, reanudar las relaciones paternofiliales. Claro, todo se complicó, como era de suponer, al morir la mujer de Thatcher y madre de Lexie, por un problema gástrico irremediable, y, casualidades de la vida, fue Meredith la que la atendió. Así que, así las cosas, Lexie y Meredith estuvieron intentando entenderse… sin mucho éxito; es algo complicado... y lo seguirá siendo durante bastantes capítulos venideros.

Leyendo todo lo que he escrito, el argumento de la serie parece de novela barata. Y a veces lo pienso, y mucho: Anatomía de Grey engancha precisamente por eso, porque parece un folletín. Y lo es. Pero me encanta. Disfruto muchísimo viéndola, y aunque las comparaciones son odiosas, House es la serie de médicos inteligente, y Anatomía de Grey es la serie de médicos en la que menos se habla de medicina. Pero se habla. Se habla, que conste; poco, pero se habla. Supongo que el arrollador éxito de la serie radica en que a la audiencia nos gusta eso, esos líos que tan a folletín nos recuerda, tan a lo Falcon Crest, con alguna Angela Channing por ahí pululando. Reconozcámoslo: ¿a quién no le gusta eso?

Una vez más, destacar la gran calidad y medios de las series norteamericanas, así como el gran reparto de esta historia. Junto con House, se ha convertido ya en clásico de la televisión. Ya mismo comienza la quinta temporada...

A continuación, inclyo el mejor vídeo que he visto de la cabecera de la serie. Es difícil encontrar otro mejor, teniendo en cuenta que la serie lleva emitiéndose desde hace bastante tiempo sin cabecera... ésta en concreto pertenece a la segunda temporada, y en ella aparecen la actriz Kate Walsh (Addison Montgomery Shepherd) y el actor Isaiah Washington (Preston Burke), que como ya he dicho, han abandonado la serie.

También merece la pena destacarse la banda sonora de la serie, absolutamente brillante. El éxito de la serie, así como la incuestionable valía de los temas, ha encumbrado a numerosas canciones y artistas a la gloria. De entre todas las canciones, me quedo con tres: Chasing Cars, de Snow Patrol; How to Save a Life, de The Fray; y Breathe in, Breathe out, de Matt Kearney. Esta última suena muy mucho a la voz de Chris Martin... si bien igualar la calidad de Coldplay es imposible.

Catherine Heathcliff.

Snow Patrol: Chasing Cars


The Fray: How to Save a Life

Matt Kearney: Breathe in, Breathe out


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