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¡Nos vamos pa' la feria, tracatá!


Jueves, 22 de abril de 2010. 11.30 a.m.

Catherine Heathcliff hablaba con su madre por teléfono (mamáCatherine está a 300 kilómetros de distancia, más o menos. En realidad, tampoco hace falta semejante distancia para que mamáCatherine y Catherine Heathcliff hablen una media de treinta veces al día por teléfono, porque antes vivían bajo el mismo techo y también lo hacían... en fin, cosas de la familia de deliciosamente locos a la que pertenezco). Catherine le relataba a su queridísima madre (el oráculo, la sabia entre las sabias) cómo había ido su primera visita a la feria de abril, la primera en toda su vida. Teniendo en cuenta que a una servidora le gusta poco, poco, poco la Semana Santa en general, menos, menos, menos toda feria que se precie, y nada, nada, nada las aglomeraciones de gente, es un hito en la historia de la humanidad que Catherine haya ido a una feria, y no una feria cualquiera, sino la gran e histórica feria de abril de Sevilla, la feria entre las ferias, la gran madre de las ferias. Claro, todo se debe a que desde que me vine a vivir aquí me propuse ver y asistir a todo lo típicamente sevillano habido y por haber; tenía muy claro que quería empaparme del sentir sevillano hasta las trancas, y vamos, eso es lo que estoy haciendo. ¡Vaya si lo estoy haciendo! Si me viera quien yo me sé, ¡ay, si me viera!


Bueno, al lío que siempre me acabo yendo por los cerros de mi Úbeda de mis amores.


El caso es que yo me hallaba inmersa en una descripción pormenorizada de los avatares y peripecias varias vividas ayer en mi Sevilla de mi alma, como en una entrevista: mi madre preguntaba y yo respondía. Mi traje de faralae descansaba en una silla de la matraca de ayer, y fue el único testigo de lo que a continuación relato:

MamáCatherine: Oye, oye, ¿y había mucha gente?
CatherineHeathcliff: Por Dios, mamá, ¿tú qué crees? ¡No se podía pegar un paso! Ayer fue el día grande y estaba todo hasta la bola, y yo agobiadísima perdida, pero yo no me pierdo una.
MamáCatherine: Ya, ya, y haces bien. Oye, oye, ¿y viste a algún famoso?
CatherineHeathcliff: Pues... no, que yo sepa. Había un montón de gente y yo tampoco me paraba a ver quién estaba o no; iba más viendo algún hueco por el que poder pasar y respirar un poco.
MamáCatherine: Ah, bueno. Verás, es que vi en la tele que ayer fue María del Monte, ¿sabes?
CatherineHeathcliff: .... ....

En fin, que yo no digo nada. Sólo unas palabras para mi madre: mamá, tranquila, esta tarde voy otra vez; ¡igual hoy sí que hay suerte!


MamáCatherine es genial.

Catherine Heathcliff.

Lo que estoy escuchando: Cuando un amigo se va, de Amigos de Gines (sevillana en su estado puro; si no la pusieron ayer treinta veces en las casetas en las que estuve, no la pusieron ninguna. En realidad, no es que lo esté escuchando, pero vamos, resuena en mi cabeza como tal).


2 Comments:

  1. (`·.·•мαяgун•·.·´) said...
    LOL! Se nota que mientras estabas escribiendo esta entrada estabas más feliz que "nah"

    Besotes!

    P.P.: Para colmo me entero hoy que mi hermana ha ido a Sevilla a ver una exposición de arte U.U
    Catherine Heathcliff said...
    ¡Jajajajaja!

    Pues la verdad es que sí, estaba contentilla, pero vamos, también estaba más muerta que viva, hiper mega cansada y con pocas ganas de jaleo, aunque por la tarde de ese mismo día me volví a escapar a la feria. ¡Tracatá!

    Espero que tu hermana esté disfrutando en Sevilla ;)

    Besitos,

    Catherine Heathcliff.

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