El jueves de esta semana, un jueves ya marchito y perdido en nuestro recuerdo dentro de la interminable lista de días que pasan en nuestra vida, una gran serie se despidió de sus seguidores. Shark ha finalizado. Y, efectivamente, es una pena, y de las grandes, porque era una serie francamente buena.
Shark cuenta la historia del abogado Sebastian Stark, apodado comúnmente como "el Tiburón" (obviamente, queda mejor en inglés, aprovechando el juego de palabras que hay entre la palabra shark, es decir, tiburón, y el apellido del protagonista, Stark). ¿Por qué le apodaron así? Pues principalmente porque es el mejor; siempre había destacado por ser el perenne abogado de las celebrities de Los Ángeles, con unos métodos poco o nada ortodoxos, muy cercanos al perjurio a veces; es un abogado sin escrúpulos... pero es el mejor. Quiere el destino que una vez, uno de sus clientes acusado de maltratar a su esposa y de intentar asesinarla quede en libertad por una de sus grandes defensas, y a los pocos días, este cliente, sin escrúpulos de ningún tipo, mate finalmente a su mujer. Esa fue la obra de Stark, que aún sabiendo que su cliente era poco menos que un psicópata, hizo todo lo posible por ganar el caso... porque Stark es el mejor y nunca pierde. Claro, es la triste y trágica obra de Stark. A partir de ese momento, Sebastian decide cambiar de vida, y acepta trabajar para el fiscal del distrito; es decir, Stark se pasa al bando contrario, y ahora decide perseguir precisamente a todos aquellos que antes se encontraban en su lista de clientes; renuncia a su cómoda vida y a su abultado sueldo trabajando para erradicar el crimen y la corrupción en Los Ángeles, en un intento de enmendar el daño que anteriormente había causado por su ausencia de escrúpulos. Pero Stark sigue siendo el mejor, y sigue utilizando sus peculiares métodos para ganar, eso sí, contando con un estupendo equipo: Raina (Sophina Brown), Madeleine (Sarah Carter), Jessica (Jeri Ryan), Isaac (Henry Simmons), Casey (Sam Page, actor que abandonaría la serie al finalizar la primera temporada), Danny (Kevin Alejandro) y Martin (Alexis Cruz), personaje que moriría asesinado durante la primera temporada. A menudo, Stark demuestra ser un jefe un poco tiránico, con unos métodos que se contraponen a los de sus colaboradores, un poco más duchos en escrúpulos que él, pero poco a poco, aprenden a apreciarse mutuamente, llegando a crer un tándem perfecto. A todos estos cambios en la vida de Sebastian hay que añadir el hecho de que su hija, Julie (Danielle Panabaker), decide vivir con él (Sebastian y su mujer están divorciados); por lo tanto, Stark pasa de vivir solo y llevar una vida amorosa bastante exitosa a aprender a ser el padre que nunca había sido para Julie, e intentando llevar una convivencia "pacífica" con una hija adolescente.
En líneas generales, la serie está francamente bien, y el especial interés reside en que cada episodio plantea un nuevo caso que resolver. Destaco, por supuesto, el caso Wayne Callison (Bill Campbell), el psicópata despiadado cuyo caso ocupó la trama principal de tres capítulos a lo largo de la serie. Para mi gusto, cuenta con unos grandes actores, destacando por supuesto a James Woods, realizando un trabajo impecable como el ambicioso abogado. De todos modos, la calidad interpretativa de Woods queda patente en numerosas de sus interpretaciones en el cine, así que tampoco voy a añadir nada nuevo.
La serie cuenta con tan sólo dos temporadas. La huelga de guionistas también afectó a Shark, y tras una primera temporada de 22 capítulos y una segunda de 16, se despidió de su audiencia, dejando un hueco importante. Y es que Shark es mucho más que la típica serie de abogados, es una buena creación, con guiones sólidos y entretenidos. En fin... para el recuerdo, desde luego.
Hasta siempre, Sebastian.
Shark cuenta la historia del abogado Sebastian Stark, apodado comúnmente como "el Tiburón" (obviamente, queda mejor en inglés, aprovechando el juego de palabras que hay entre la palabra shark, es decir, tiburón, y el apellido del protagonista, Stark). ¿Por qué le apodaron así? Pues principalmente porque es el mejor; siempre había destacado por ser el perenne abogado de las celebrities de Los Ángeles, con unos métodos poco o nada ortodoxos, muy cercanos al perjurio a veces; es un abogado sin escrúpulos... pero es el mejor. Quiere el destino que una vez, uno de sus clientes acusado de maltratar a su esposa y de intentar asesinarla quede en libertad por una de sus grandes defensas, y a los pocos días, este cliente, sin escrúpulos de ningún tipo, mate finalmente a su mujer. Esa fue la obra de Stark, que aún sabiendo que su cliente era poco menos que un psicópata, hizo todo lo posible por ganar el caso... porque Stark es el mejor y nunca pierde. Claro, es la triste y trágica obra de Stark. A partir de ese momento, Sebastian decide cambiar de vida, y acepta trabajar para el fiscal del distrito; es decir, Stark se pasa al bando contrario, y ahora decide perseguir precisamente a todos aquellos que antes se encontraban en su lista de clientes; renuncia a su cómoda vida y a su abultado sueldo trabajando para erradicar el crimen y la corrupción en Los Ángeles, en un intento de enmendar el daño que anteriormente había causado por su ausencia de escrúpulos. Pero Stark sigue siendo el mejor, y sigue utilizando sus peculiares métodos para ganar, eso sí, contando con un estupendo equipo: Raina (Sophina Brown), Madeleine (Sarah Carter), Jessica (Jeri Ryan), Isaac (Henry Simmons), Casey (Sam Page, actor que abandonaría la serie al finalizar la primera temporada), Danny (Kevin Alejandro) y Martin (Alexis Cruz), personaje que moriría asesinado durante la primera temporada. A menudo, Stark demuestra ser un jefe un poco tiránico, con unos métodos que se contraponen a los de sus colaboradores, un poco más duchos en escrúpulos que él, pero poco a poco, aprenden a apreciarse mutuamente, llegando a crer un tándem perfecto. A todos estos cambios en la vida de Sebastian hay que añadir el hecho de que su hija, Julie (Danielle Panabaker), decide vivir con él (Sebastian y su mujer están divorciados); por lo tanto, Stark pasa de vivir solo y llevar una vida amorosa bastante exitosa a aprender a ser el padre que nunca había sido para Julie, e intentando llevar una convivencia "pacífica" con una hija adolescente.
En líneas generales, la serie está francamente bien, y el especial interés reside en que cada episodio plantea un nuevo caso que resolver. Destaco, por supuesto, el caso Wayne Callison (Bill Campbell), el psicópata despiadado cuyo caso ocupó la trama principal de tres capítulos a lo largo de la serie. Para mi gusto, cuenta con unos grandes actores, destacando por supuesto a James Woods, realizando un trabajo impecable como el ambicioso abogado. De todos modos, la calidad interpretativa de Woods queda patente en numerosas de sus interpretaciones en el cine, así que tampoco voy a añadir nada nuevo.
La serie cuenta con tan sólo dos temporadas. La huelga de guionistas también afectó a Shark, y tras una primera temporada de 22 capítulos y una segunda de 16, se despidió de su audiencia, dejando un hueco importante. Y es que Shark es mucho más que la típica serie de abogados, es una buena creación, con guiones sólidos y entretenidos. En fin... para el recuerdo, desde luego.
Hasta siempre, Sebastian.
Catherine Heathcliff.
Lo que estoy escuchando: Shape of My Heart (Shapes), de Dominic Miller y Sting.
Etiquetas: Una de series
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