Moonlight.
Éste es el nombre de una nueva serie norteamericana que, en apariencia, no tiene nada en especial, y recuerda mucho a Buffy Cazavampiros o a Angel. Personalmente, a mi no me recuerda a ninguna de las dos, simplemente, porque no las he visto, y por lo tanto, no las he seguido. Ni tenía pretensión de hacerlo en su momento, la verdad. Además, las comparaciones son odiosas. O eso dicen. No sé.
El caso es que, obviamente y como bien se puede deducir, Moonlight es una serie de vampiros, lo que supone otra vuelta de tuerca más al género. Y a una servidora, que ama a los vampiros sobre todas las cosas, está en su salsa cada vez que se sienta en su sofá para disfrutar de dos capítulos de esta serie.
Moonlight nos cuenta la historia de Mick St. John (Alex O'Loughlin), investigador privado con, por decirlo de alguna manera, bastante éxito en su trabajo. Y es que tiene un instinto innato para dar caza a los más sanguinarios criminales de su ciudad... que casualmente, suelen ser vampiros. Como él. Efectivamente, Mick es un vampiro desde los años cincuenta, y aprovecha las habilidades que su condición le otorga para hacer su trabajo correctamente... y para hacer el bien también. Y es que Mick no sería un héroe si no estuviera atormentado; porque él lo está, y mucho. Como todo vampiro que se precie, odia su condición, pero es capaz de catalizar y volcar su frustración haciendo el bien al prójimo... y sintiendo una atracción irremediable por Beth (Sophia Myles), una periodista de noticias online, que siempre siguiendo su ávido instinto investigador para cazar las más suculentas nuevas, se embarcará con Mick en cruzadas insospechadas, peligrosas y difíciles para dar la noticia del año de primera mano. Beth sabe que Mick es un vampiro, y se siente irremediablemente atraída por él. ¡Ay, la seducción innata del vampiro byroniano! Y claro, como era de esperar, la tensión sexual está servida...
Éste es el principal hilo argumental que entreteje el devenir de la serie. En general, la historia está repleta de clichés, y es que nadie ha de esperar nada nuevo que decir sobre los vampiros. Pero he de decir que a mí me gusta bastante, y la verdad es que entretiene, porque más allá de la inverosimilitud que hay en concebir a Mick como lo que realmente es, está el hecho de que en cada capítulo se nos presenta un nuevo caso, una nueva incógnita que resolver, y eso, lógicamente, engancha y mantiene al expectador alerta y con ganas de más.
La primera y única temporada de esta serie consta de 16 capítulos, y digo única porque el 23 de junio del presente año 2008 la CBS, la cadena oficial que retransmitía esta serie en Estados Unidos, la dio por cancelada, ignorando las encendidas protestas de los más acérrimos seguidores de las aventuras de Mick. Bueno, dentro de lo malo que hay en que te cancelen una serie que te gusta está el hecho, creo, de que la aprecias más, como una pequeña y rara joya, un objeto de coleccionista, y el consabido desgaste que las series longevas arrastran no afectará a ésta en concreto; como decían los Monty Python, always look on the bright side of life, o lo que es lo mismo, mira siempre el lado bueno de la vida.
Éste es el nombre de una nueva serie norteamericana que, en apariencia, no tiene nada en especial, y recuerda mucho a Buffy Cazavampiros o a Angel. Personalmente, a mi no me recuerda a ninguna de las dos, simplemente, porque no las he visto, y por lo tanto, no las he seguido. Ni tenía pretensión de hacerlo en su momento, la verdad. Además, las comparaciones son odiosas. O eso dicen. No sé.
El caso es que, obviamente y como bien se puede deducir, Moonlight es una serie de vampiros, lo que supone otra vuelta de tuerca más al género. Y a una servidora, que ama a los vampiros sobre todas las cosas, está en su salsa cada vez que se sienta en su sofá para disfrutar de dos capítulos de esta serie.
Moonlight nos cuenta la historia de Mick St. John (Alex O'Loughlin), investigador privado con, por decirlo de alguna manera, bastante éxito en su trabajo. Y es que tiene un instinto innato para dar caza a los más sanguinarios criminales de su ciudad... que casualmente, suelen ser vampiros. Como él. Efectivamente, Mick es un vampiro desde los años cincuenta, y aprovecha las habilidades que su condición le otorga para hacer su trabajo correctamente... y para hacer el bien también. Y es que Mick no sería un héroe si no estuviera atormentado; porque él lo está, y mucho. Como todo vampiro que se precie, odia su condición, pero es capaz de catalizar y volcar su frustración haciendo el bien al prójimo... y sintiendo una atracción irremediable por Beth (Sophia Myles), una periodista de noticias online, que siempre siguiendo su ávido instinto investigador para cazar las más suculentas nuevas, se embarcará con Mick en cruzadas insospechadas, peligrosas y difíciles para dar la noticia del año de primera mano. Beth sabe que Mick es un vampiro, y se siente irremediablemente atraída por él. ¡Ay, la seducción innata del vampiro byroniano! Y claro, como era de esperar, la tensión sexual está servida...
Éste es el principal hilo argumental que entreteje el devenir de la serie. En general, la historia está repleta de clichés, y es que nadie ha de esperar nada nuevo que decir sobre los vampiros. Pero he de decir que a mí me gusta bastante, y la verdad es que entretiene, porque más allá de la inverosimilitud que hay en concebir a Mick como lo que realmente es, está el hecho de que en cada capítulo se nos presenta un nuevo caso, una nueva incógnita que resolver, y eso, lógicamente, engancha y mantiene al expectador alerta y con ganas de más.
La primera y única temporada de esta serie consta de 16 capítulos, y digo única porque el 23 de junio del presente año 2008 la CBS, la cadena oficial que retransmitía esta serie en Estados Unidos, la dio por cancelada, ignorando las encendidas protestas de los más acérrimos seguidores de las aventuras de Mick. Bueno, dentro de lo malo que hay en que te cancelen una serie que te gusta está el hecho, creo, de que la aprecias más, como una pequeña y rara joya, un objeto de coleccionista, y el consabido desgaste que las series longevas arrastran no afectará a ésta en concreto; como decían los Monty Python, always look on the bright side of life, o lo que es lo mismo, mira siempre el lado bueno de la vida.
Catherine Heathcliff.
Lo que estoy escuchando: Sure Looks Good to Me, de Alicia Keys (As I Am).
Etiquetas: Una de series
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